El pasado viernes, en una estación de servicio de Madrid, dos ladrones de coches aprovecharon un descuido de los propietarios de un todoterreno para entrar en el vehículo y salir del lugar a toda velocidad. Tanta que no tuvieron tiempo de percatarse de que en el asiento trasero iba una niña de cuatro años, el hijo de la pareja a la que acababan de robar.
Poco después, abandonaron el coche, un Audi Q7, en las inmediaciones del lugar, y los padres pudieron, felizmente, recuperar a su hija y al vehículo.
Uno de los empleados de la gasolinera declaró: «Estaba en la caja cuando de pronto oí los gritos de la madre», que calificó el incidente de «locura». Cuando los ladrones huyeron con el vehículo, unos cuantos testigos trataron de seguirlos con sus respectivos coches, pero finalmente fue la policía quien media hora más tarde encontró el todoterreno abandonado.
Los intentos de robo de coches de alta gama «son habituales en la zona», según los empleados, lo que hace pensar que el objetivo no era el secuestro sino el robo. Además, el vehículo tenía los cristales tintados, por lo que es más posible que la pequeña pasase inadvertida en un primer momento.
Fuente: La Razón
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Quedó muy buena la cabecera, me complace haber sido útil... ahhh y muy divertidas las entradas del blog.